martes, diciembre 14, 2004,10:07
En los rincones de mi memoria

Image Hosted by ImageShack.usTengo todos mis recuerdos perfectamente archivados. No sabría deciros si están colocados por orden alfabético, por la fecha del acontecimiento, por el lugar o su importancia... Tengo tanto vivido ahí guardadito que no sabría viajar hasta el pasado más remoto para encontrar mi primer recuerdo, pero sería maravilloso si fuera de mi época de bebé.
Siempre he gozado de una mente privilegiada para memorizar fechas, teléfonos, anécdotas y reproducir todo tal y como ha sucedido sin olvidar el más mínimo detalle. Tengo pedacitos de música que he escuchado tan solo una vez, el sonido de las olas contra las rocas, el bullicio de un concierto, los susurros de las confidencias. El olor de mi ropita de niña, de los bizcochos que hacía mi tía, de los libros nuevos, del perfume de mi madre o el olor a tortilla que me despertaba un sábado y significaba que mi padre estaba en casa. Tengo también los colores cálidos y dorados de campos llanos de Castilla cuando iba a Salamanca, verde húmedo de los praos de mi Asturias y el color de unos ojos preciosos que me han cautivado. Miles de fotogramas que conviven con sabores, sensaciones... que reviven cuando cierro los ojos. Me gusta volver a sentir las lágrimas saladas o la risa de mi hermano pequeño (la primera carcajada se la provoqué yo), los colores de las fichas de madera con las que jugaba, el abrazo fuerte de mi padre aquella madrugada cuando supe que entraría en la universidad, las despedidas y reencuentros de las personas a las que amo con todas mis fuerzas...
Hace algunos meses que la tarea de recordar se ha hecho más complicada. Tal vez siga teniendo esa mente privilegiada para algunas cosas, pero otras soy incapaz de retenerlas. No logro encontrar aquella excursión que hice, aquello que me pediste que hiciera, el nombre de alguno de mis amigos más cercano o el mío propio. No me importa vivir condenada a papelitos repartidos por mi casa que me digan que tengo que hacer esto o lo otro. No me importa tener que consultar la agenda para mirar mi número de teléfono o el cumpleaños de mi chico. No me importa leer una y otra vez el mismo párrafo porque no puedo retener lo que dice. No es cuestión de prestar mayor atención porque eso ya lo hago, así que sólo me queda paciencia, disciplina y responsabilidad.
En los últimos días he olvidado el color de tus ojos, cómo es tu risa, la sensación de tocarte la mano, las cosas que me dijiste la semana pasada... Eso es lo que más me duele perder. Por eso, necesito que me lo recuerdes, que día a día reavives todos nuestros recuerdos juntos. No me importa que sean buenos o malos, todos ellos forman parte de nuestra vida y, por eso, no quiero perderlos. Sé que están en algún rincón de mi memoria pero, por alguna razón, los últimos meses no se dejan encontrar. Ayúdame a recordar.


 
escrito por Zirta
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