domingo, noviembre 30, 2008,20:58
The Power of Attraction

Pocas veces sabemos el efecto que producen nuestras palabras y actos en las demás personas. Es más, muy poquitas veces nos lo hacen saber. Si malo es hacer daño sin saberlo, igual de malo es ser especial para alguien y no saberlo tampoco. Y es que las personas cambiamos de categoría a nuestras compañías para la vida por esas pequeñas aportaciones diarias o esporádicas.
Echa la vista atrás por un segundo y piensa en lo que creías que duraría aquella relación y cómo se fue como el humo. Recuerda aquella malísima impresión que tuviste al encontrarte por primera vez con quien ahora es imprescindible en tu vida. Nada es como parecía que sería y es ahí donde reside la magia de las relaciones humanas. Es cierto que existen relaciones condenadas al fracaso, otras que parece que estén predestinadas a sobrevivir, algunas que no están bien vistas y por eso ni siquiera se intentan, pero todas ellas son sorprendentes por sus resultados si las analizamos pasado el tiempo.
Pero existe la excepción (siempre hay una excepción…) Existe aquella relación que la consideras sana, duradera y con buen fin desde el principio. Es como un sexto sentido que te dice que algo sucederá cuando está todavía a kilómetros de distancia y sin indicios. Y, poco a poco, vas cambiando la categoría de esa persona debido a sus actos, y a sus palabras y sólo te queda desear que tú también ascenderás en ese ranking de la amistad. Probablemente lo hagas, pero no lo sabrás. Es ahí donde viene el mal (no siempre menor) del silencio. Decimos tan poco (o nada) de lo bueno que pensamos de los demás… Valientes para criticar y cobardes para amar. Por eso, sienta tan bien oír o leer al prójimo que somos especiales, que nos agradecen nuestras palabras y actos.

Pocas veces sabemos el efecto que producen nuestras palabras y actos en las demás personas. Es más, muy poquitas veces nos lo hacen saber.

Pero, tú sí sabes cómo. Gracias por tus soplos de cariño.
 
escrito por Zirta
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domingo, noviembre 16, 2008,19:45
Dos años y un día
La vida está llena de momentos que marcan un antes y un después. Yo, a esos momentos, los llamo “Momentos Esperanza”. Y es que siempre que tocamos fondo o llegamos al límite nos auto-marcamos un nuevo rumbo a nuestras vidas. Para bien o para mal, pero siempre cargados de esperanza.

Hoy es día de 16 de Noviembre. Hace dos años y un día escribí una despedida (con intención de vuelta) en este mismo blog. Aunque tarde, he cumplido la promesa del regreso. Con otra vida, otras compañías, la sonrisa mejorada y el mosaico preparado, vuelvo para describirlo con mis palabras.
 
escrito por Zirta
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miércoles, noviembre 15, 2006,00:09
See you soon!
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escrito por Zirta
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lunes, noviembre 06, 2006,00:26
El cortometraje de la semana: El mal de Lumance de Isaac Berrokal



Porque algunos/as también vivimos al contrario del mundo...
 
escrito por Zirta
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jueves, noviembre 02, 2006,13:30
La semana mágica
Hace dos días fue viernes.
Ayer fue domingo.
Hoy es lunes.
Mañana es viernes.


Así da gusto, que ¿no?
 
escrito por Zirta
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sábado, octubre 21, 2006,11:58
Reciclaje de recuerdos
Hace un par de días mi madre me puso en medio del pasillo unas cuantas cajas con mis cosas. Dice que tengo que seleccionar lo que quiero dejar y lo que no. Que no hay sitio para tanto "chisme" en casa. Lleva meses diciéndomelo pero hasta que no he visto las cajas ahí en medio no me lo he tomado en serio.
Es fácil deshacerse de algunas de esas cosas. Hay cintas de música de los 80, pegatinas, cromos, billetes de autobús, entradas de cine... (Se supone que esas son las menos complicadas) Lo peor llega cuando encuentro dos cajas con cartas. Una de ellas tiene cartas con mis primas cuando era pequeña, mensajitos que intercambiaba con mis amigas del colegio, declaraciones de amor eterno con aquel chico del pueblo donde veraneaba, etc. Esa caja me niego a tirarla al contenedor. Es mi infancia y parte de mi adolescencia. Y ¿la caja número 2? ¿quieren ustedes saber qué hay en la caja número 2? Pues en ella están todos los detalles de mis relaciones de pareja pasadas. Está llena de ilusiones, de cartas bonitas, de papeles que guardan mensajes de móvil, de mails impresos que me han marcadao, de tarjetas de cumpleaños... He estado mirando todo lo que hay y se puede hacer un recorrido en el tiempo y las relaciones sólo con ese material. ¿Qué hago? Es decir, no es una cuestión de que necesite espacio en mi casa y tenga que tirarlo o no. Si lo tiro, ¿quiere decir que no me importa? ¿que no eran tan importantes como yo pensaba? Y si me lo quedo, ¿es que no lo he superado? ¿soy incapaz de mirar al futuro y me quiero aferrar al tiempo pasado?
Creo que a esto lo llaman "Reciclaje Psicológico", y no sé si este es el mejor momento. Tengo muchas preocupaciones como para prepararme también para esto.
Presiento que hoy voy a tener un día bastante tonto.
 
escrito por Zirta
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