
Vale, lo confieso. He caído en la tentación. Esta tarde iba paseando por los pasillo de ese festival gastronómico de Europa... y no me he podido resistir. Había oído hablar de un postre turco llamado "Baklava", pero hoy me he encontrado con el "Lokum" y ha pasado a ser la pasión turca de los dulces. Va a resultar que después de los años, mi personalidad golosa ¡se ha despertado! Esos trocitos de cielo dulce glaseado me tienen loca.
Si no existieran, habría que inventarlos