Lo que sí van a ser hermosas son las vacaciones que me voy a pasar allí. Un largo mes al sol cual lagartija que hará que me olvide del estrés y las cosas negativas de este año. Me toca un mes para reflexionar, hacer balance, liberarme de agobios y... ¡cómo no! también para estudiar. Espero que los veranos frente a los apuntes de la carrera estén tocando a su fin. ¿Irse de vacaciones con los padres? Porque sí, me voy a Murcia con ellos... pues qué queréis que os diga. No voy a negar que a lo mejor preferiría pasarlos con mi pareja. Qué coño, a lo mejor... ¡LO PREFERIRÍA! Pero bien pensado, (y las cosas hay que pensarlas bien) al igual que los veranos de estudio se van agotando, también se van agotando las oportunidades de pasar tiempo con los padres. Una debe salir de las faldas de mamá y de debajo del ala de papá. Es lo que tiene hacerse grande, que lo estamos deseando cuando todo son privilegios, pero a la hora de verdad, a todos/as nos gustaría seguir siendo niños/as. "Que se pare el tiempo y que me quede como estoy" es lo que desearía poder decir, pero no. Lo que se debe hacer es aprovechar el momento. Ese Carpe Diem que tanto me gusta. Egoístamente, unas vacaciones como estas puede que no las tenga en siglos y egoístamente, de nuevo, tengo que pensar que tal vez el año que viene no sea tan afortunada de compartir mi tiempo con ellos.
Como he dicho antes, iré a relajarme y a hacer balance, aunque hace muchos meses que me dí cuenta de que el número 14 era como una estrella en mi vida y que no podía traer nada más que sonrisas y buenos planes.
Al igual que siempre cuando me voy de viaje, y sé que muchos/as de vosotros/as también andaréis danzantes por las carreteras o los cielos, os pido que tengáis mucho cuidado porque a mi regreso pasaré lista y no quiero que falte ni uno/a.
¡Feliz Verano!