Desde que empezó el mes llevo queriendo escribir sobre muchas cosas. No sé si será la falta de tiempo, o el aumento de mi pereza a medida que pasan los días lo que hace que no actualice. Porque por falta de temas no es, seguro. Ni siquiera escribí el 3 de septiembre cuando la selección de baloncesto nos brindó ese mediodía tan emocionante. Tampoco cuando la niña de ojos verdes salió a la luz como en el mito de la caverna tras 8 años de encierro. Ni sobre temporales, caídas de servidores, revisiones de exámenes, oferta de trabajo, conciertos, libros, desengaños y demás. Que de todo eso ha habido en este Septiembre.
No sé por qué si no lo he hecho antes, tiene que ser hoy cuando escriba, si no tengo el día... Ya lo escribí antes en una ventana: ¡cómo duele hablar desde el corazón y que te devuelvan un silencio! Con lo que me cuesta decir lo que pasa por mi cabeza y dar el paso y cuando lo hago no hay nada que lo amortigüe. Que no es que haya habido caída definitiva. Pero así lo percibo. Que a veces, eso de que "el que calla, otorga" es cierto. Algo habrá que decir ¿no? Bueno, malo... cómo sea, pero ¡algo! Fíjate que me dolió más ese silencio que los comentarios inoportunos del martes. Y mira que perdió puntos ahí.
Esta tarde vuelvo con un poco de rutina. En poco más de una hora se estrena la vuelta al cole para mí. El día 2 ya será la operación retorno definitiva; por ahora, sólo toma de contacto unas horas. Tengo muchas ilusiones puesta en mi trabajo para este año. Quizás sea la parte de mi vida que más satisfación me produce. Además, que necesito esa nómina mensual, que el portátil está aún por pagar, la matrícula fraccionada pero dolorosa, y a Alemania no se viaja sin un duro en los bolsillos.
Aprovecho también esta macedonia de temas para agradecerle a b. que me hiciera pasar unas horas tan divertidas. La opinión buena que tenía sobre ti cambió para mejor. Había partes de ti que no conocía y resultaron ser muy agradables.
Hace dos semanas que no hacemos una de nuestras fiestas. Creo que no podemos dejar pasar otro fin de semana. Del viernes que viene no pasa, seguro. Aquí os quiero ver a las 11. No traigáis hielo, que tengo en el frigorífico.
El otro día me dijo D. que estoy muy indie últimamente. Supongo que siempre lo he sido pero no había dejado que saliera a flote. Ser una gafa-pasta siempre ayuda en la reconversión. Entre dusminguets, macacos, decemberists por un lado, y casas azules, habitaciones rojas, joseles y amelies, por otro, la vida se hace un poco menos cruda.
F. ya estoy preparada para la segunda lección. La primera me quedó bastante clara. N., rétame otra noche y te contesto a tus buenas noches. También creo estar preparada.